Summary: | Con la idea de encontrar algún tipo de orden u órdenes naturales son abordadas diferentes visiones e hipótesis que tratan de explicar el posible origen del mundo, la evolución de la materia, las formas de la naturaleza, investigando probables constantes y leyes en el universo. Otro eslabón de la cadena evolutiva del posible orden natural es el psicológico, el orden cultural y artificial hecho por el hombre. A lo largo de su Historia la Humanidad ha tenido la necesidad de concebir el mismo orden. Se plantea la hipótesis de tres amplias maneras de sentir y entender el arte occidental, caracterizadas éstas por las relaciones que el ser humano ha mantenido con su entorno y consigo mismo: La cosmovisión zoomórfica, cuando mantenía una relación muy íntima con la naturaleza. En la antropomórfica comienza a dominar y transformar el mundo, predominando la proyección visual que tiene de sí mismo. Después, con la cosmovisión mecanomórfica, surge un nuevo "universo" en evolución donde los artefactos y el mundo artificial incorporan sus propios objetivos y problemas. El ser humano ha dado muchas vueltas a los conceptos de forma, estructura, espacio y tiempo, transformando los enfoques según su cosmovisión. Esta Tesis aborda estas nociones relacionándolas con las disciplinas y materias que han hecho cambiar su sentido y significado, sugiriendo nuevas soluciones artísticas. En particular analiza la evolución escultórica desde 1900 a 1975. De la experimentación del cosmos como algo unitario hemos llegado a sentirlo fragmentado. Casi todo nuestro sistema actual de gestión occidental se basa en la especialización y la inevitable competencia derivada de ello. Lo variable, lo aleatorio, la trasponibilidad y el azar son pautas que rigen el mundo artificial y artístico actual. Frente al mundo de masas lo adverso tiende a imponerse: el caos aparente surge del orden establecido.
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