| Summary: | El campo magnético de la Tierra y la propiedad de los minerales ferromagnéticos presentes en algunas rocas de magnetizarse en este campo geomagnético (durante la época de su formación o con posterioridad), constituyen las bases del paleomagnetismo. Por tanto, esta propiedad que presentan ciertas rocas permite estudiar, previo conocimiento de la edad de la roca, la posición y las características del polo magnético terrestre correspondiente a la época de su formación, y todas las implicaciones geodinámicas que de ello se derivan. El paleomagnetismo proporciona información cuantitativa sobre la posición y el movimiento de las placas en el pasado, y en sus inicios supuso la prueba definitiva de la validez de la teoría de la Tectónica de Placas. Por otra parte, los estudios de paleomagnetismo y geocronología pusieron de manifiesto que el campo magnético terrestre había sufrido inversiones de polaridad sucesivas a lo largo de las Eras Geológicas. Este descubrimiento y la asociación de estas inversiones con las anomalías magnéticas observadas en los océanos supusieron la base argumental definitiva de la teoría de la Expansión del Suelo Oceánico. En la actualidad, el paleomagnetismo se emplea en muy diversos ámbitos como la correlación estratigráfica, el estudio del campo magnético terrestre, la arqueología, la paleoclimatología, etc. Dentro del ámbito de la geodinámica, el paleomagnetismo aporta información de la deriva que han sufrido las placas tectónicas en el pasado. Conociendo la sucesión temporal de polos paleomagnéticos de una placa determinada, obtenidos a partir de rocas de distintas edades pertenecientes a esa placa, se construye su ?Curva de Deriva Polar Aparente?. Esta curva informa del movimiento que ha tenido a lo largo del tiempo la placa a la que está referida y no de la deriva que ha sufrido el polo geomagnético, ya que la dirección del dipolo magnético, debidamente promediado en el tiempo, es indistinguible del polo geográfico de la Tierra. No obstante, existen numerosos factores que pueden complicar los estudios de paleomagnetismo: Las rocas, además de registrar el campo magnético terrestre presente durante la época de su formación, pueden estar afectadas por eventos posteriores que borren parcial o totalmente su imanación original, adquiriendo la información magnética presente en el momento en que ocurrió dicho evento (remagnetizaciones o reimanaciones). Su estudio se puede complicar aún más por las posibles dificultades en el reconocimiento de la magnetización o magnetizaciones que poseen las rocas (solapamiento de las distintas componentes magnéticas; baja intensidad de la magnetización, que a veces es del orden de resolución de los aparatos de medida); errores en las dataciones de sus edades de formación; insuficiente conocimiento de las estructuras geológicas a las que pertenecen, etc. Estas dificultades hacen necesario que para poder llevar a cabo los estudios de paleomagnetismo, con rigor, se necesite: realizar un número alto de medidas experimentales para poder utilizar criterios estadísticos, un tratamiento de laboratorio detallado, un análisis adecuado de los datos de desimanación, un buen conocimiento de la geología de la zona de estudio, contar con correctas dataciones de las edades de formación de las rocas y con estudios adicionales de magnetismo de rocas.
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