Summary: | En 1914 el momento esperado por jóvenes franceses y alemanes había llegado. La guerra, durante tanto tiempo temida y deseada, era una realidad. Muy pocos, en verdad, quisieron estar ausentes en ese momento. Las viejas películas en blanco y negro nos muestran el entusiasmo de los voluntarios que marchaban alegremente a la "guerra para terminar con las guerras". Las batallas eran un viejo recuerdo de los tiempos napoléonicos, o lejanos sucesos en las colonias. Pero el mundo había cambiado, y la capacidad técnica que había permitido hacer real el sueño de progreso del siglo XIX sería volcada a dotar a cada uno de los beligerantes de mejores y más mortíferas armas. Contra esta barrera de acero y gases chocaron las ilusiones de esta juventud ávida de gloria. El mundo nunca más sería el mismo. En la Argentina, la comunidad manifestó su solidaridad en forma de donativos y colectas. Pero también hubo numerosos jóvenes que se sintieron llamados por el destino, y decidieron participar en la lucha, generalmente del lado de los Aliados, y sobre todo, de Francia, referente cultural de la elite nacional de principios del siglo XX.
|